Eduardo Rivera Pérez, candidato del PAN a la gubernatura, y Mario Riestra Piña, candidato a edil, se encuentran bajo el escrutinio público tras ser señalados por presunto enriquecimiento inexplicable y financiación ilegal de campaña.
Leobardo Rodríguez, vocero de Morena, presentó en conferencia de prensa un análisis detallado de la declaración patrimonial de Rivera Pérez, señalando que sus ingresos se triplicaron de forma inexplicable durante su periodo como edil y académico. Rodríguez también sugirió la posible omisión de bienes por parte de la esposa de Rivera, Liliana Ortiz Pérez.
Además, Eduardo García Casas, otro vocero del partido, afirmó tener evidencia de que la campaña de Rivera Pérez recibe financiación de fuentes españolas, específicamente de la asociación “Hazte Oír” y de individuos vinculados con su administración pasada. Este tipo de financiamiento extranjero es considerado ilegal, lo que podría llevar a sanciones severas, incluyendo la posible intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la retirada de su candidatura por parte del Instituto Nacional Electoral (INE).
En otro frente, Mario Riestra Piña es llamado a explicar la adquisición de propiedades millonarias en destinos turísticos mexicanos, las cuales, según investigaciones periodísticas, pertenecen a sus familiares y no coinciden con sus ingresos declarados.
Esta serie de acusaciones pone en relieve las tensiones y la competitividad de la política local, donde la corrupción y la transparencia se convierten en temas centrales. Los representantes de Morena han prometido seguir denunciando cualquier irregularidad, reforzando su compromiso de combatir la corrupción en todos los frentes.